Desde que tiene uso de razón, el estudiante de instituto Ichigo Kurosaki ha podido ver los espíritus de los muertos, pero eso no le ha impedido llevar una vida ordinaria. Un día, Ichigo vuelve a casa y se encuentra con una intrusa en su habitación que se presenta como Rukia Kuchiki, una Segadora de Almas encargada de ayudar a las almas a pasar. De repente, los dos se ven sacudidos de su conversación cuando un Hollow -un espíritu maligno conocido por consumir almas- ataca. Mientras Ichigo intenta detener al Hollow, Rukia interviene y lo protege de un contraataque. Herida e incapaz de seguir luchando, Rukia sugiere un plan arriesgado: transferir la mitad de sus poderes de Segadora de Almas a Ichigo. Éste acepta y, para sorpresa de Rukia, acaba absorbiendo sus poderes por completo, lo que le permite acabar fácilmente con el Hollow. Convertido en un Soul Reaper, Ichigo debe asumir las funciones de Rukia de exterminar a los Hollows y proteger a los espíritus, tanto vivos como muertos. Junto con sus amigos Orihime Inoue y Yasutora Sado -que más tarde descubrirán sus propias habilidades espirituales-, Ichigo pronto aprenderá que las consecuencias de convertirse en un Soul Reaper y de tratar con el mundo de los espíritus son mucho mayores de lo que nunca imaginó.